Desde los idiomas romances hacia los idiomas semíticos; un salto substancial

Por el Maestro Philippe Hénault

Este artículo no tiene otra pretensión que compartir una experiencia de aprendizaje que arrancó el 1ero de julio del año pasado; consiste en la adquisición en autodidacta, para distinguirlo del modo formal dentro de un aula, de dos lenguas  que hacen parte de la familia de los idiomas semíticos, el hebreo y el árabe. Reitero, el objeto de las líneas siguientes es no solamente dar a conocer las similitudes o diferencias que se observan entre estos idiomas en el campo lexical  sino  también con base en una experiencia diaria,  dar consejos en relación con lo que funcionó o lo que definitivamente no dio resultados.

Tampoco se trata de una presentación exhaustiva de la estructura, modismos y/o vocablos de ambos idiomas tomando en cuenta que el periodo de aprendizaje, un año apenas, es demasiado reducido para sacar conclusiones atrevidas. .

.           Como podrá pensar el lector en una opinión a-priori, mucho separa los idiomas señalados arriba de las lenguas  romances de los cuales forma  parte el español, aunque sabemos que en el caso de nuestro lenguaje, existen, por razones históricas que conocemos, más de 4000 palabras originarias del árabe y no se diga de la expresión  “ojala” que nos viene del vocablo  “inchalla”.

Para empezar, planteamos el contexto en el cual evolucionaron estos idiomas:

  1. En relación con el árabe, idioma hablado por más de ocho cientos millones de personas en el planeta, y con características en el hablar muy diferentes de un país al otro, se ofrecen en la web una gran cantidad  de sitios, pero pocos tienen las características que enlisto arriba; sin embargo, logré encontrar uno que cumplió con mis deseos.
  2. El hebreo, idioma hablado por unos diez millones de personas en el mundo, contando a las personas que viven en Israel así como la diáspora, muestra un mayor número de sitios que se adecuan con lo señalado arriba.

Tratándose de una experiencia limitada en el tiempo (un año), y en el modo de adquisición (solo), sin interacción alguna con una persona susceptible de aportar una retroalimentación, ¿qué conclusiones se pueden sacar de esta experiencia benéfica en lo global?

Al igual que todo proceso que conlleva avances, tropiezos y  estancamientos  se puede hablar de una mezcla de observaciones tanto positivas que negativas.  Lo positivo superando al  final de cuenta lo negativo.

A continuación, vamos a enumerar los consejos adecuados para lograr el objetivo perseguido.

Aprender de forma  autodidacta y utilizando el internet como herramienta principal implica en su fase inicial escoger un buen sitio de internet sobre la base de unos criterios sólidamente establecidos, planteándose las preguntas siguientes:

  1. ¿Dicho servicio presenta de manera clara, ágil y secuencial todos los elementos fundamentales del lenguaje como son la gramática, el léxico, expresiones idiomáticas en las diferentes etapas de su desarrollo?
  2. ¿Abarca este sistema aspectos culturales inseparables de todo proceso de adquisición de un idioma?
  3. ¿El locutor presenta documentos de apoyo que presentan  situaciones muy cercanas a la vida real?
  4. ¿El locutor sigue a lo largo de sus lecciones una misma metodología?

Pues, déjeme decirle, estimado lector, que aplicado a estos idiomas, pasaron algunos meses antes de que llegará a encontrar el sitio web adecuado.

Es un hecho  que el primer elemento que estremece al alumno en sus primeros pasos en esta tarea de aprendizaje es la dificultad relacionada con la  escritura y con mayor énfasis la árabe, pues si ambos idiomas la manejan de  izquierda hacia  derecha, hay que reconocer que la del país de las mil y una noches presenta una complejidad a la vez que una belleza poco común. A continuación, doy un ejemplo de ella:

الكتابة العربية جميلة

Como se puede observar a partir de la muestra de arriba, el árabe nos deleita con un sin número de curvas, semicírculos, ángulos, que hace que roce con el terreno de la estética, e incluso quisiera atreverme a hablar de música visual.

Por otra parte, el hebreo, presenta formas más sencillas, tanto en su forma impresa como manuscrita; algunos de sus caracteres son más cuadrados; tal es el caso de la mem sofit  en su forma impresa:

               ם

Cabe subrayar que  pueden surgir  confusiones para el aprendiz por las siguientes razones:

  1. Su similitud con caracteres de idiomas romances y el griego:

la letra “dalet”  manuscrita se parece mucho a nuestra  “p”

la letra “vet”  manuscrita se parece mucho a nuestra “s”

la letra “mem”  manuscrita se parece mucho a nuestra “N”

la  letra “alef” manuscrita se parece mucho a la letra griega “Κ κ”, o a nuestra “k”

Y así sucesivamente…

La confusión puede nacer también por el hecho de que entre las mismas letras hebreas en su forma manuscrita, se observan una serie de similitudes; a continuación, están unos ejemplos:

la letra “mem”  sofit manuscrita  se puede confundir con la otra letra  hebrea “cof,cuf”

la misma letra “cof/cuf” manuscrita  se puede confundir con la letra “jaf sofit”

Es en el ámbito del vocabulario en el que  vamos a observar una multitud de semejanzas, aunque no es de extraña pues estas culturas compartieron durante más de dos mil años una vida común muchas veces con asperezas, roces, enfrentamientos… pero sin duda dejó huellas sobre todo en el terreno del lenguaje.

Podemos hacer las observaciones siguientes en cuanto a la similitud de estos vocablos:

  1. En el campo lexical de la casa:
Palabra en español Equivalente en hebreo Equivalente en árabe
Padre aba Ab

 

 

Madre ima Um

 

 

Hermano Aj

 

Ah
Hermana

 

Ajot

 

Ort

 

 

Hijo

 

Yeled

 

Walad/Ben/Ebn

 

Hija Yalda

 

Ebna
     

 

  1. En el campo lexical de los números:
Palabra en español Equivalente en hebreo Equivalente en árabe
Cuatro Arba/Arbaa Arba
Nueve Tesha Tissat

 

Diez

 

Eser/Asara

 

Hashara

 

  1. En el campo lexical de la casa :

 

Palabra en español Equivalente en hebreo Equivalente en árabe

 

Casa Bait Bait

 

 

  1. En el campo lexical del cuerpo humano :
Palabra en español

 

Equivalente en hebreo

 

Equivalente en árabe

 

Los ojos Ain

 

Ayn

 

La mano

 

Iad

 

Yad

 

La cabeza

 

Rosh

 

Rass

 

 

Podríamos indagar en el campo de la gramática en donde se presentan una serie de patrones idénticos en el modo de conjugar los verbos, con la feminización tanto del pronombre personal como de la terminación del verbo; sin embargo,  eso nos llevaría a un terreno más técnico con el peligro de cansar al lector y de caer en el aburrimiento. Por esta razón, solo lo menciono.

En cuanto a la adquisición de la fluidez que es finalmente el objetivo de todo aprendiz que desea interactuar en la vida real con nativos del idioma, tenemos que tomar en cuenta las limitantes inherentes a todo proceso autodidacta que forzosamente frenará el alcance de los objetivos fijados.

Pues, no me queda más al terminar estas líneas que despedirme de cada uno de ustedes con unos  calurosos:

            לְהִתְרָאוֹת  ( lehitraot)             y/ إلىاللقاء (ʾilāl-lāʾ)

(hasta luego)                                            (hasta luego)

Fuente: Editorial Prolog Ltd.

Nota: tuve la dificultad de trasladar al texto la versión manuscrita del hebreo moderno a partir de un teclado ad-hoc; por eso no tuve otra opción que de insertar a partir de textos en la web los caracteres a los cuales me refiero arriba con un copiar y pegar; como ayuda, anexo un escaneo del alfabeto hebreo tanto en su forma imprenta como manuscrita.

El maestro Philippe Hénault es coordinador del  Departamento de lenguas Asiáticas; de la Universidad Autónoma de Guadalajara; por sus orígenes en el país gallo, es profesor de idioma francés y también de japonés. Implementa también clases de etimologías greco-latinas dentro de la misma Alma Mater.

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